Un poderoso virus se desata; transmitido en una gota de sangre y con efectos devastadores a los pocos segundos, el virus aprisiona a los infectados en un estado de permanente ira asesina. En el lapso de 28 días, el país está inundado de enfermos y un puñado de supervivientes comienza su lucha por rescatar un futuro, advirtiendo en el intento que el virus no es lo único que les amenaza.