En la pequeña ciudad de Dunwich en Nueva Inglaterra, un cura se suicida en el cementerio de la iglesia, acto que abre las puertas de infierno y despierta a los muertos. Peter, un reportero de Nueva York, viaja a la ciudad junto con Mary, una joven psíquica, donde se unen con Jerry, un psiquiatra, y Sandra, su paciente, para encontrar la manera de cerrar las puertas antes del Día de Todos los Santos, cuando los muertos de todo el mundo se levantarán para matar a los vivos.